domingo, 8 de abril de 2012

Llega un nuevo Pesaj - Llega una nueva Pascua

Siento agradecimiento a la tradición de nuestra familia de encontrarnos todos los años para
celebrar esta festividad.

Y en honor a nuestros ancestros, a mis abuelos que nos acompañan desde otro plano, a mis padres, hermana, tíos abuelos, tíos, primos, suegros y a mi misma, que seguimos reuníendonos en la mesa dando continuidad a este ritual, tomé la iniciativa de preguntarme el sentido que hoy tiene para mi esta festividad.

Año a año leemos y escuchamos un relato antiguo que nos cuenta la travesía de un pueblo que sale de la esclavitud hacia la libertad.

La historia que nos contaron la conocemos, la leemos al menos desde que yo nací, ya son 30 años! Y como pueblo más de 3000 años leyendo este mismo relato! Wowww

Me pregunto entonces: De qué nos estamos olvidando como humanidad que necesitamos volver a salir de Egipto todos los años?

Una voz dentro de mi me responde que la salida de Egipto, el camino del desierto, es el camino de la vida que atravesamos los seres humanos en esta experiencia terrenal.

Nacemos con la maravillosa oportunidad de ser libres, sí!
La libertad es nuestra propia naturaleza.

Tenemos la posibilidad de descubrinos, explorarnos, desarrollarnos y elegir.
Elegir nuestro modo de caminar, nuestro modo de vestir, nuestro modo de hablar, nuestro modo de comer.... podemos elegir nuestro punto de vista, cambiar de opinión, desarrollar nuestros talentos, qué queremos ser, qué queremos hacer, con quién, dónde queremos vivir, tantas decisiones que podemos tomar!

A veces se nos hace difícil elegir, tememos equivocarnos. Entonces, adoptamos criterios.

Nuestra familia es una fuente, nos provee de hábitos, tradiciones, creencias, historias de éxitos y fracasos, comportamientos que se aceptan y otros que no. Esas experiencias heredadas, junto a nuestra religión, la cultura de nuestro lugar, y las personas con quienes compartimos nuestra vida cotidiana, nos van formando un modo de ver el mundo y criterios para tomar decisiones.

Sin embargo, estos criterios nos traen grandes problemas si perdemos nuestro propio sentido:

Quién soy?

Cuál es la intención de mi vida?

Las respuestas a estas preguntas no provienen del mundo externo. Sólo nacen dentro de cada uno de nosotros.

Qué vida estoy eligiendo?

Elijo lo que que se supone que está bien?

Elijo lo que realmente deseo con el corazón?

Qué es lo que realmente desea mi corazón? Lo siento?

A veces nuestra mirada está muy acotada en lo que está siendo y no podemos ver que las cosas pueden ser diferentes.

Celebrar Pesaj este año es para mi una oportunidad de repensar mis propios procesos de liberación, el camino de soltar mis propios miedos y elegir con el corazón.

También, me divierte el juego de hacerme preguntas porque me sigo considerando niña y también me considero sabia para poder responderme. Porque cuando no sé la respuesta puedo pedir ayuda y recibir la respuesta en mi corazón.

Hacerme preguntas a mi misma me abre la posibilidad de ver lo que llevo en la sombra, quizás porque me duele, me siento vulnerable, me da miedo o simplemente no sé qué hacer con eso.

A veces siento que mi propio Egipto es no poder aceptar y agradecer a mis aferramientos, sabiendo que ellos son maestros que me permiten liberarme.

Lo bueno de la historia de Pesaj es que todos los años finalmente salimos de Egipto, aunque no sepamos cómo, ese es el camino de nuestra vida. Y sé que todas las aparentes dificultades que atravesamos tienen un propósito mayor que es ayudarnos en la liberación.

Les deseo un Pesaj muy alegre! Que podamos sentarnos muy cómodos, respirar muy profundo, fluido y disponernos a liberarnos cada uno a sí mismo.

Sé que podemos hacerlo!

Los abrazo con el corazón!

Vale Orit.

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